Pilladas en la calle celeste morant putalocura

¡Imagínatelo! Paseando tranquilamente por la calle celeste morant, y de repente… ¡pilladas inesperadas en plena acción! Créetelo o no, putalocura está a la vuelta de la esquina. Esa mañana, el sol brillaba con una intensidad que casi parecía una lámpara de interrogatorio y, aunque el calor estaba presente, nada podía preparar a nadie para lo que presenciarían. Era como si toda la ciudad hubiera decidido que aquella iba a ser la semana de las situaciones más locas y divertidas jamás vistas. Por un lado, tenías a los vecinos, que en lugar de enfadarse, decidían tomárselo con humor, riéndose a carcajadas mientras comentaban entre ellos lo surrealista que era todo aquello. Imagina, una señora con su abanico y su sombrilla, murmurando «¡Vaya tela!» mientras continuaba haciéndose un selfie para recordar el momento. Al final del día, la calle celeste morant se había convertido en el epicentro de lo hot, en el lugar donde cualquier cosa podría pasar y donde cada esquina guardaba una nueva sorpresa digna de compartir entre amigos y risas. España nunca deja de sorprendernos, ¿verdad?